Pues sí, definitivamente el verano ha llegado a su fin y el otoño se nos ha echado encima. Yo, como todos los años por estas fechas, y como la inmensa mayoría de vosotras estoy en la farragosa tarea de cambio de armarios -¡Quién diera tener una habitación “toda, todita, toda” sólo para mis prensas, zapatos y complementos!!!!!!!
Cuando estaba en plena faena puse en práctica lo que os llevo diciendo en tienda todo el verano, no retiréis toda la ropa, este invierno podéis sacarle mucho partido a prendas que pensabais guardar.
Vestidos y faldas de gasa: ¡¡¡Por favor!!! Que se queden en su sitio, este invierno la tendencia a la hora de mezclar gasas y punto grueso hace furor. Un vestido o una falda de tablas con un buen jersey encima, medias gruesas y unas maxibotas son una apuesta segura, sin necesidad de invertir en un vestido de temporada. Si encima os colocáis un chaleco -prensa que me vuelve loca-, el resultado está asegurado.
Vestidos camiseros: Ya sabéis que son mis preferidos y me da una pena tener que retirarlos que opté por ponérmelos con un jersey cuello cisne debajo, bien visible o con una chaqueta gruesa con un cinturón fino marcando la cintura y un abrigo envolvente o incluso con una gabardina encima. No importa si el vestido es hasta los pies, viene mucho y a mí personalmente me encanta, la superposición de capas ¡No olvidéis la bufanda! Le aporta un toque de lo más chic.
Camisetas, blazers y pañuelos de seda: Estos tres elementos os van a dar mucho juego, todo depende de los “frioleras” que seáis y de cuál sea vuestro trabajo. Si lo hacéis en una oficina con altas dosis de calefacción podéis permitiros poner los tres accesorios en un solo look. El resultado es fantástico y lleváis tres tendencias en una: Falda tul, camiseta, blazer con un cinturón (complemento estrella este invierno) y pañuelo al cuello. Encima os envolvéis en un abrigo, gabardina o plumas, y voilá ¡listas y estilosas para trabajar!
Ya veis, con una inversión mínima o prácticamente nilña, parecéis sacada del TELVA.